Me doy cuenta de que uso esa carita cada vez más y más tanto chat como en la vida real.

Aunque mis problemas no son muy graves (al punto de que podría llegar a escribir “problemas” entre comillas (gracias a Dios)), últimamente veo y siento de que hay un mal generalizado. Decir que está “todo mal” de a poco está dejando de ser una exageración o una generalización.

Prácticamente en cualquier estado que uno quiera analizar se va a encontrar con un estado de “el horno no esta para bollos”, o estados similares:  la tele, la música, la economía, la política, los valores de la sociedad, la familia, las relaciones, la educación…

Uno camina por la calle mirando las caras de la gente adulta y nota miradas amargas, preocupadas… es una excepción grandiosa ver a una mamá caminando y riendo con su hijo, o ver a un tipo sentado en la parada de colectivos con una sonrisa.

Uno como padre puede llegar a desesperarse pensando en el futuro que le depara a sus hijos, pero yo creo fuertemente en que aún hoy en día es posible crear y mantener una burbuja de felicidad y sano crecimiento, sin necesidad de aislamiento ni mentiras.

No existen vínculos perfectos entre las personas, por el simple hecho de ser diferentes. Pero mientras los participantes de una relación, ya sea una amistad, una pareja, la familia misma, tengan como objetivo usarla como refugio para escapar de este malestar, esta situación será mucho más llevadera.